ESENCIA

Debo confesar que últimamente me acuesto pensando en todas las cosas buenas de las que he disfrutado ese día. Pienso en aquellos momentos que si algún día me faltaran echaría de menos, o en aquellas cosas que por irrepetibles, no volverán.

No sé, lo he hecho pensando en lo fugaz de la vida, en lo rápido que pasa el tiempo y en que sólo nos fijamos en aquellas cosas malas del día a día. Para no llevarme a la cama esos sentimientos que te hacen estar con el ceño fruncido.

Hace algún tiempo Mario y Elena contactaron conmigo, bueno, en realidad fue Elena la que me llamó desde el coche de camino a su pueblo, de camino a Vega de Santamaría (Ávila). Me llamó para saber cuál era nuestra forma de trabajar en las bodas porque había visto los vídeos que tenemos en la web y le habían gustado. No tardó mucho en volver a llamar para confirmar que quería que les hiciéramos el vídeo de su boda. Un par de días quizá, no más. Y es que Elena es una persona decidida, clara, directa, amable, y educada.

Mario y Elena son de Madrid, y es allí donde viven, por eso tardamos bastante tiempo en conocernos en persona. Pero el día que nos vimos por primera vez conecté con ellos en seguida, nos hicieron sentir como si nos conociéramos de toda la vida. Así son Mario y Elena, amigos de toda la vida.

Los que nos dedicamos al mundo de las bodas (fotógrafos, videógrafos, wedding planners… ) pensamos que “no somos nadie” si no hacemos una boda de un barbudo con pajarita y tirantes, y una chica rubia con el pelo largo y suelto en medio de un bosque con bombillas amarillas colgando de los árboles. Y esas bodas molan, pero lo que mola de verdad es encontrarse con parejas que te dan tanto, con parejas que se quieren y que quieren a todos los que les rodean. Que no ocultan nada, personas que son transparentes con nosotros y con todos los que les rodean. Personas que saben disfrutar de cada momento, de cada instante que las vida les pone delante. No necesitan grandes acontecimientos, grandes hoteles, grandes fiestas en lugar paradisiaco para saber sacarle la esencia a la vida.

Mario y Elena se conocen del pueblo, de toda la vida. Han crecido juntos como personas y como pareja. Han ido pasando juntos por todas esas fases de la vida hasta hoy. La Vega (su pueblo) significa mucho para ellos, de allí son sus padres, sus abuelos y allí comenzaron su relación, entre bicicletas y caminos, entre idas y venidas de la casa de uno a la del otro, entre secretos y madrugadas…

Mario es el hombre de la sonrisa perenne. Siempre sonríe, es paciente, comprensivo y un poco vergonzoso. Tendríais que conocer la historia del primer beso entre ellos dos. Cuando estábamos entrevistándole para el video, al terminar, como vio que no le preguntábamos, nos dijo: “¿Y no me vais a preguntar por el primer beso?”. Muy gracioso. Claro que sí Mario. Cuéntanoslo.

website / facebook  / twitter / pinterest